domingo, 15 de diciembre de 2013

Hilario Carlos Salas, ecos de un mixteco en la Revolución Mexicana

SANTIAGO VILLA DE CHAZUMBA, OAX.- Hilario Carlos de Jesús Salas Rivera, un indígena mixteco preocupado por las condiciones de represión y pobreza en que vivían miles de campesinos en todo el territorio mexicano al iniciar el siglo XX, aprendió diversas lenguas indígenas para concientizar a los habitantes de comunidades de diversos estados del país y convencerlos de unirse al movimiento de la Revolución.
Salas Rivera nació un 3 de noviembre de 1871; hijo de una familia humilde. El ahora personaje histórico, realizó sus estudios en Chazumba y luego en Tlaxiaco a los 18 años quedó huérfano, trasladándose a Orizaba en busca de trabajo en distintos oficios. En 1896 se casó con Paula López y a partir de  ese año trabó amistad con Ricardo Flores Magón, Filomeno Mata y otros líderes porfiristas.
Seducido por los elementos revolucionarios en 1904, se trasladó a Puerto México y más tarde a otros pueblos de los Cantones de Acayucan y Minatitlán, donde a fines de 1905 inició preparativos para un movimiento revolucionario dirigiendo uno de los tres gruesos núcleos del Partido Liberal.
Al triunfo del "Maderismo", apareció tras las rejas de la celda número 354 de la penitenciaría de la ciudad de México, pues el 26 de febrero de 1911 cayó prisionero y su segundo Cándido Donato en agonía en un hospital de Tabasco. En la Congregación de Ocosotepec, a la salida del Río Verde, fue vilmente emboscado el incansable Salas, perdiendo la vida en ese hecho el 21 de febrero de 1914.
DESCONOCIDO EN SU PUEBLO
A 103 años después, el pueblo donde nació el general revolucionario Hilario Carlos Salas, Santiago Chazumba, continúa siendo un pueblo marginado, además de que la mayoría de los habitantes de este municipio no saben quién fue el célebre personaje que es reconocido como un precursor del movimiento Revolucionario en el sur de Veracruz.
Cabe señalar, que por sus hazañas y logros se construyó una estatua en su honor, la cual se localiza en el parque central de Acayucan, Veracruz, donde hay calles, colonias y escuelas que llevan su nombre, además de que cada 30 de septiembre se efectúa una cabalgata en su memoria.
Por otra parte en el 2007, ciudadanos de Santiago Chazumba, lugar de nacimiento de Salas Rivera, develaron un busto en honor al revolucionario, proyecto que nació después de haber asistido a la ciudad de Acayucan en septiembre del 2006 donde se conmemoró el centenario del ataque a la guarnición porfirista del lugar por parte del ilustre chazumbeño.
Los mixtecos revolucionarios
A mediados de 1906, Hilario Carlos de Jesús Salas Rivera, originario de Chazumba, municipio perteneciente al distrito de Huajuapan y Cándido Donato Padua se levantaron en armas en Acayucan, Veracruz, donde los indios de la Sierra de San Pedro Soteapan estaban indignados por la hostilidad de los sucesores de Romero Rubio (Compañía Petrolera "El Águila"), quienes los despojaron de sus tierras, por lo que Salas Rivera preparó el movimiento que estalló a fines de septiembre de 1906.
Y es que diversos personajes de antes y después de la Revolución Mexicana tuvieron orígenes cercanos o lejanos en la región Mixteca. El mismo Porfirio Díaz refiere en sus memorias: Mi bisabuelo materno vino de Asturias y se casó con una india del pueblo de Yodocono, parroquia de Tilantongo, Distrito de Nochixtlán, del estado de Oaxaca; de manera que mi madre tenía media sangre india de raza mixteca.
Del mismo Emiliano Zapata, el economista Juan Gómez Bravo, en alguno de sus artículos periodísticos afirmaba, quizá sin suficiente fundamento histórico pero con una lógica que puede resultar cierta, que la madre del Caudillo del Sur, Cleofas Salazar, era hija de migrantes mixtecos de la microrregión de los Nuchitas, quienes trabajaron en las haciendas de Morelos.

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